Los contribuyentes que ganen menos de 22.000 euros año en rentas del trabajo procedentes de un solo pagador, no tienen la obligación de presentar la declaración de renta 2023. Ocurre lo mismo con aquellos que tengan dos o más pagadores, cuyo límite estará por debajo de los 15.000 euros.
Además, 15.000 euros es el mínimo exento de tributación en el IRPF, lo que quiere decir que por debajo de dicho importe, no existe la obligatoriedad de la declaración de renta. Así como tampoco habrá que pagar nada vía retenciones.
Estarán obligados, a presentar declaración de renta, los contribuyentes que tengan dos o más pagadores y que de uno de ellos se cobre más de 1.500 euros, si sus ingresos superan los 15.000 euros al año.
Existe un grupo de pensionistas que también están exentos por ley de hacerle frente a la declaración de la renta. Así lo recoge el artículo 7 de la Ley 35/2006 del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y que corresponden con los siguientes:
- Los beneficiarios de una incapacidad permanente absoluta o de Gran Invalidez. Los que provengan de las Clases Pasivas y las pensiones de inutilidad.
- Las pensiones de orfandad y de viudedad si estas derivan de actos de terrorismo, cuando el grado de discapacidad sea igual o superior al 65% y las pensiones en favor de familiares por incapacidad absoluta de su titular.
- Tampoco quien cobre la prestación familiar por hijo a cargo o quien reciba una prestación derivada de actos de terrorismo.