Autónomo o SL, ¿Qué me interesa más?

Autónomo o Sociedad

Tienes una idea de negocio que te ilusiona y que has ido desarrollando poco a poco. Ahora quieres ponerla en marcha, pero antes de hacerlo necesitas definir la forma jurídica que más te conviene. Emprender es un reto apasionante, pero también requiere de una buena planificación. Por eso, es importante que te hagas  la siguiente pregunta, Autónomo o SL,  ¿Qué me interesa más?. Te informamos sobre las ventajas e inconvenientes de cada opción.

¿Qué te conviene más: ser autónomo o crear una empresa?, ¿Qué diferencias hay entre ser autónomo o S.L.? Te lo explicamos a continuación.

¿Qué diferencia hay entre ser autónomo o empresa?

  • Los autónomos son personas físicas que realizan una actividad económica por cuenta propia. Es decir, que son ellos mismos los que ofrecen sus servicios o productos al mercado, sin intermediarios ni socios. Los autónomos responden con su patrimonio personal ante cualquier deuda o responsabilidad que puedan tener con terceros.
  • Las empresas son personas jurídicas que tienen una personalidad legal propia y distinta de la de sus socios o propietarios. Esto significa que las empresas pueden actuar en el mercado como entidades independientes, con derechos y obligaciones propios. Las empresas responden con su patrimonio social ante cualquier deuda o responsabilidad que puedan tener con terceros.
  • No todo es tan simple. Si decides crear una empresa, tendrás que elegir entre diferentes tipos de sociedades, como la sociedad limitada (S.L.), la sociedad anónima (S.A.) o la sociedad cooperativa, entre otras. Cada una de ellas tiene sus propias características, ventajas e inconvenientes. En este artículo nos centraremos en tratar la Sociedad Limitada.

¿Cuánto cuesta formalizar un negocio?

La respuesta depende de si eliges ser autónomo o crear una sociedad, ya que los costes y los requisitos son muy diferentes.

  • Ser autónomo no tiene ningún coste inicial, ya que solo tienes que darte de alta en la Seguridad Social y en Hacienda, y ambos trámites son gratuitos. Además, no tienes que aportar ningún capital mínimo para empezar tu actividad económica por cuenta propia.
  • Crear una sociedad, en cambio, implica asumir una serie de gastos fijos, como los de notaría, registro mercantil, gestoría, etc. Estos gastos pueden variar según el tipo de sociedad que elijas, pero en general se sitúan entre los 600 y los 1.000 euros. Además, algunas sociedades exigen un capital social mínimo para su constitución, que es el dinero que los socios aportan para garantizar el funcionamiento de la empresa. Por ejemplo, una sociedad anónima (S.A.) requiere un capital social mínimo de 60.000 euros, mientras que una sociedad limitada (S.L.) solo necesita un euro. Eso sí, el capital social no es un gasto, sino una inversión, ya que forma parte del patrimonio de la empresa y se puede recuperar en caso de disolución o venta.

¿Qué implica tener responsabilidad limitada o ilimitada en un negocio?

Esta es una cuestión clave que debes tener en cuenta a la hora de elegir la forma jurídica de tu empresa, ya que afecta a tu patrimonio personal y a tu riesgo financiero. Te lo explicamos con más claridad.

  • La responsabilidad limitada significa que, como socio de una sociedad, solo respondes de las deudas de la empresa hasta el límite del capital que hayas aportado. Es decir, que tu patrimonio personal está protegido y no puede ser embargado por los acreedores de la sociedad. Esta es una de las principales ventajas de crear una sociedad, ya que reduces el riesgo de perder todo lo que tienes por una mala gestión o una situación imprevista.
  • La responsabilidad ilimitada significa que, como autónomo persona física, respondes de las deudas de tu negocio con todo tu patrimonio, tanto el presente como el futuro. Es decir, que tus bienes personales, como tu casa, tu coche o tus ahorros, pueden ser embargados por los acreedores de tu negocio. Esta es una de las principales desventajas de ser autónomo, ya que asumes un riesgo muy alto de arruinarte si tu negocio no funciona o si tienes algún problema legal o fiscal.
  • No obstante, hay una opción intermedia que te puede interesar: ser autónomo emprendedor de responsabilidad limitada. Esta figura te permite seguir siendo autónomo, pero con la ventaja de que tu vivienda habitual queda excluida del embargo por las deudas de tu negocio. Para ello, tienes que cumplir una serie de requisitos, como inscribirte en el Registro Mercantil y en el Registro de la Propiedad, y pagar una tasa de unos 64 euros (que puede estar bonificada). Eso sí, el valor de tu vivienda no puede superar los 300.000 euros.

Como ves, la responsabilidad limitada o ilimitada es un aspecto fundamental que debes considerar antes de emprender un negocio. Te recomendamos que te informes bien sobre las características, ventajas e inconvenientes de cada opción, y que consultes con un profesional si tienes alguna duda.

¿Qué trámites debo hacer, en cada caso?

Los trámites siempre son laboriosos y su dificultad varía según el tipo de negocio que quieras montar. Si eres autónomo, tus trámites serán más simples y rápidos. Además, darte de alta como autónomo es gratis y en un par de días puedes tener todo rematado, sobre todo si un asesor fiscal se encarga de ello. Continuamos despejando las dudas sobre si ser Autónomo o SL, ¿Qué me interesa más?

Por otra parte, si decides constituir una sociedad de cualquier tipo, tus trámites llevarán más tiempo. Por ejemplo, crear una sociedad limitada puede llevarte entre 5 y 30 días y costarte 400€. Ten en cuenta que necesitas pensar un nombre para tu empresa y registrarlo, firmar la escritura ante notario, pedir el NIF y realizar la inscripción en el Registro Mercantil.

Contabilidad o Registros del Autónomo

Debes llevar tres libros de registro para la contabilidad de tu negocio. En primer lugar, el Libro de Ventas e Ingresos, donde incluirás todas las facturas que emitas a tus clientes, de manera cronológica. No puede haber saltos en la numeración ni en la fecha.

En segundo lugar, el Libro de Compras y Gastos, donde registrarás tus facturas de gastos o compras realizadas para el desarrollo de tu actividad.

Por último, el Libro de Bienes de Inversión, donde debes incluir las compras relacionadas con tu negocio que tengan una vida útil superior al año.

Contabilidad de la Sociedad

En cambio, la responsabilidad contable de las sociedades es mucho mayor (y más compleja. La mayoría de las empresas debe llevar al día más libros contables obligatorios. Estos son:

  • El Libro Diario, que detalla las operaciones que realiza la empresa en el día a día.
  • El Libro de Inventarios y Cuentas Anuales, que funciona como un resumen anual de las operaciones de la empresa. Reúne el balance al principio del año y al final, un inventario de cierre del año, los ingresos, gastos y beneficio anual, la variación del patrimonio y un resumen de las cuentas bancarias de la empresa y su saldo.
  • Un Libro de Actas que resume las reuniones de los socios de la empresa (con su fecha, los socios que asisten a las reuniones, los asuntos discutidos y sus resoluciones y la aprobación del acta, que valida las resoluciones).
  • Otro Libro de Registro de Socios, que recoge quiénes son los socios y los fundadores de la empresa, las compraventas de acciones de la misma y los valores y derechos que otorgan dichas acciones.
  • Registros Auxiliares de Compras, Ventas y Bienes de Inversión

Fiscalidad en ambos casos

Comparativamente, desarrollar una actividad como Sociedad Mercantil o Autónomo,  ofrecen ambas diferentes ventajas. Los autónomos pueden acceder a varias ayudas que les benefician sobremanera, como la tarifa plana, la capitalización del desempleo y determinadas ayudas. Además, pagan menos impuestos cuando tienen pocos ingresos (ya que el IRPF es progresivo) y sus gastos de gestoría son menores.

Por otro lado, las sociedades tienen mucha más facilidad para financiarse (por ejemplo, pidiendo un préstamo) y pagan menos impuestos cuando tienen unos ingresos altos. Esto se debe a que el Impuesto de Sociedades es un impuesto fijo para las Pymes: siempre se paga el 23% sobre la base imponible. Si eres autónomo societario, podrás desgravarte tu propio sueldo como un gasto empresarial.

¿Qué me interesa más: ser autónomo o sociedad?

Es una pregunta común que muchos emprendedores se hacen. La respuesta es que depende de las necesidades y objetivos de cada negocio. A continuación, te hago algunas recomendaciones:

Crear una sociedad es más interesante si:

  • Esperas facturar una cifra significativa de dinero.
  • Crear un negocio conjunto con otros emprendedores, socios.
  • Contratar a varias personas como empleados.
  • Necesitas una gran inversión para empezar el negocio o si crees que se necesitarás pedir un préstamo.
  • Salvaguardar el patrimonio personal tanto como sea posible.

     Ser autónomo es más interesante si:

  • Es tu primer negocio y no quieres entrar en la complejidad de una sociedad..
  • No necesitas una gran inversión para llevar a cabo el proyecto.
  • No esperas tener unos ingresos de gran volumen.
  • Estás dispuesto a responder con tu patrimonio personal.

CREAR UNA SL, NUNCA FUE TAN FÁCIL

PUNTO DE AYUDA AL EMPRENDEDOR